Es cada cada vez mayor la necesidad que sentimos de acercarnos la naturaleza.
La práctica del Shinrin-yokuo terapia del bosque fue iniciada por la Agencia Forestal de Japón en el año 1982. Consiste en tomar largos paseos por el bosque y está considerado como algo similar a la aromaterapia.Los científicos demuestran que un paseo tranquilo por el bosque, disfrutando de las vistas, los aromas, los suaves sonidos del bosque, es terapéutico para la salud. Disminuye la presión arterial, la actividad prefrontal, la ansiedad, depresión y la mente funciona de manera más eficiente.
Las sesiones de baño forestal se deben hacer de forma pausada y relajada, exponiéndose con los cinco sentidos al ambiente del bosque. Disfrutando con la vista de los colores y formas de las copas de los árboles. Escuchando el rumor del viento en el follaje, los cantos de los pájaros. Oliendo los aromas, tocando alguna hoja de pino, cedro, eucalipto o de alguna planta aromática.
La abundancia de aceites esenciales que respiramos mientras paseamos por el bosque tienen un gran poder inmunoestimulante, de hecho, cuando estudiamos aromaterapia vemos que una cualidad general a todos los aceites esenciales es que son bactericidas y muchos ellos antibióticos.
No iban nada desencaminados nuestros antepasados cuando para el tratamiento de afecciones
respiratorias construían hospitales en plena montaña alejados de las ciudades.
—Elige preferiblemente un bosque centenario. Los expertos consideran que tienen más riqueza en fitoncidas y otras sustancias beneficiosas que las arboledas más jóvenes.
—Apaga el celular. No tiene mucho sentido darse un baño de bosque si estás pendiente del teléfono y de las redes sociales.
—Vacía la mente para llenarla de bosque. Además de llenar los pulmones de aire puro e inmunizarte con las fitoncidas, se trata de dejar atrás todos los problemas y preocupaciones.
—Camina sin rumbo fijo, lo que tu cuerpo necesite.