• El poder de respirar aire puro favorece los mecanismos antioxidantes del organismo, elimina toxinas y se limpia nuestro sistema respiratorio.
  • Un paseo por el bosque de al menos dos horas, se traduce en una reducción de la presión sanguínea, una baja de los niveles de glucosa en la sangre y en una estabilización de la actividad nerviosa autónoma ayudando a eliminar el estrés.
  • Desarrolla la capacidad para adaptarse a nuevos ambientes.
  • Algunos bosques ofrecen beneficios extras por sus variedades de plantas y árboles, por ejemplo, ¿Has notado cómo se abren las vías respiratorias cuando paseas por una zona de eucaliptos?
  • Alimenta el desarrollo de los sentidos: los olores que desprenden las plantas y la propia tierra, los sonidos de los animales que habitan el bosque o el susurro del aire, enriquecen nuestra experiencia vital y en muchas ocasiones nos aportan una agradable sensación de bienestar.
  • Caminar por el bosque representa en sí un ejercicio físico beneficioso para el organismo. Debemos llevarlo a cabo respirando aire limpio, combinándolo con  ratos de paseo tranquilo a un ritmo constante con otros de cambios de desnivel y quizá sortear obstáculos, esto  beneficia el sistema motor y cardiovascular.

La abundancia de aceites esenciales que respiramos mientras paseamos por el bosque tienen un gran poder inmunoestimulante, de hecho, cuando estudiamos aromaterapia vemos que una cualidad general a todos los aceites esenciales es que son bactericidas y muchos de ellos antibióticos.

Ven a pasear por el bosque con tu familia

¡Anímate!

Disfruta un día de campo recibiendo todos los beneficios que te brinda la naturaleza

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